2e festival international du film centre inclusif pour enfants de San Bartolomé

San Bartolomé celebró su II Festival de Cine Infantil Inclusivo con más de 700 escolares como jurado.

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San Bartolomé volvió a llenarse de cine, risas y aprendizaje con la celebración del II Festival de Cine Infantil Inclusivo, que tuvo lugar los días 28, 29 y 30 de abril en el Teatro Municipal. Durante tres jornadas, más de 700 escolares del municipio disfrutaron de una selección de 12 cortometrajes procedentes de 35 países, y fueron ellos mismos quienes eligieron el palmarés del certamen.

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El festival, organizado por el Ayuntamiento de San Bartolomé, reafirmó la apuesta del municipio por la cultura y la educación a través del séptimo arte, consolidando este evento como una herramienta de transformación social.

El alcalde, Isidro Pérez, destacó durante la inauguración la gran acogida que tuvo la primera edición y subrayó que, en esta ocasión, “la oferta cinematográfica se concentró en la proyección de 12 cortometrajes seleccionados entre más de 320 obras internacionales”.

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Pérez señaló además que el lenguaje audiovisual “es una forma eficaz de inculcar valores de respeto y solidaridad en la infancia, utilizando el cine como vehículo educativo y emocional”.

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La programación, diseñada para niñas y niños de entre 3 y 12 años, ofreció una experiencia cinematográfica adaptada a las distintas etapas del desarrollo infantil, con sesiones diferenciadas por edades. Las películas abordaron temáticas como la inclusión, la diversidad, la amistad, el medioambiente o el impacto de la tecnología, siempre desde una perspectiva creativa y crítica.

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La concejala de Cultura, Carmen Medina, resaltó que el festival “demostró que la cultura es un derecho que debe llegar a todos los rincones y edades”, y añadió que utilizar el cine para educar “es una apuesta por un futuro más justo, empático y humano”.

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Las proyecciones incluyeron obras de países tan diversos como Japón, Brasil, Irán, Noruega, Colombia, Grecia, México, Corea del Sur o Francia, lo que reafirmó a San Bartolomé como un referente del cine infantil internacional y un punto de encuentro cultural en la isla de Lanzarote.

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Uno de los aspectos más valorados del festival fue la participación activa del público infantil. Los propios escolares ejercieron como jurado oficial del certamen, votando sus cortometrajes favoritos y determinando el palmarés final. Esta dinámica fomentó la autonomía, el pensamiento crítico y el desarrollo del criterio artístico entre los más pequeños.

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Como cierre del evento, el festival celebró una jornada especial el 6 de mayo en el CEIP María Auxiliadora de Montaña Blanca, que reforzó su carácter inclusivo y descentralizador, acercando el cine y la cultura a las escuelas unitarias del municipio.

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Con esta segunda edición, el Ayuntamiento de San Bartolomé consolidó un proyecto cultural que combina educación, inclusión y arte, y que, una vez más, demostró que el cine puede ser una herramienta poderosa para formar a las nuevas generaciones desde la empatía, la creatividad y la diversidad.